jueves, 10 de octubre de 2013

Dia de muertos (Xantolo)

La celebración del XANTOLO se lleva a cabo en nueLa celebración del XANTOLO se lleva a cabo en nuestra región del 31 de octubre al 2 de noviembre de cada año en toda la Huasteca, desde tiempos inmemoriales.
Esos son los días en que nos reunimos con las almas de nuestros amados difuntos, a quienes recibimos en nuestras casas, ofreciéndoles las comidas, bebidas, dulces, música y danzas que les agradaban cuando estaban vivos.
Es costumbre muy antigua elevar un altar con arco florido en la sala de la casa, que se vea desde la entrada, y esparcir pétalos de cempoaxóchiltl (llamada flor de muerto) desde el altar hasta la calle, para que las almas queridas se guíen hasta él. Sobre la mesa del altar se disponen las ofrendas de comida que la tradición nos aconseja –tamalitos de dulce y de sal con carne, mole, zacahuil, galletas, pan “de muerto”, dulces, frutas, bebidas o algún platillo especial que gustaba a quienes ya no están con nosotros-; en el altar también se colocan velas o veladoras ante la imagen de Cristo, la Virgen de Guadalupe o cualquier imagen sacra venerada, y hay quienes agregan las fotos de los difuntitos a quienes se destina la ofrenda.
En las comunidades de la Huasteca, Xantolo es el principal período festivo en todo el año y es en donde se despliegan enormes esfuerzos comunitarios para realizar puntualmente cada una de las ceremonias de ofrenda que constituyen parte del proceso de recoger los frutos de la cosecha de la milpa y el recordatorio de los muertos. Las ofrendas de Xantolo comienzan en septiembre, en algunas comunidades el día 8 y en otras el día 29, cuando se dan los elotes en la milpa. La relación entre muerte-agua-vida está presente a lo largo de estos meses en los que se recuerda a los muertos y al espacio mítico habitado por ellos, “el mundo de los muertos”, “el lugar de la muerte”, nos dicen Lorenzo Ochoa y Gerardo Gutiérrez. Ochoa considera para la época prehispánica que el “culto a la muerte y la importancia concedida por los huaxtecos al inframundo se aprecia no sólo en las múltiples representaciones escultóricas, sino en la riqueza decorativa de las vasijas funerarias.” 
Son días de conmemoración, tristeza y ritualidad. La música y las danzas son muy antiguas y están destinadas a salvaguardar el orden de los vivos y de los muertos. Estas danzas nos hablan de la perpetuación del ciclo de la vida y la muerte, de que la muerte está contenida en la vida y la vida en la muerte, tal como el maíz nace una y otra vez desde el inframundo. Es tiempo también de elevar plegarias.

El altar casi siempre tiene un arco que nos señala el camino que los muertos tienen que atravesar para llegar hasta nosotros y para volver hacia el lugar donde ahora habitan. Los tres planos son señalados por el suelo (inframundo), la mesa donde se colocan los alimentos (el plano terrestre), y el espacio ubicado arriba, en el nivel del arco (el plano celeste).
En las ciudades la gente acude a los cementerios, a donde llevan flores, veladoras y, junto a las tumbas de sus seres queridos, se reúnen para recordar los momentos que vivieron a lado de sus difuntos, cuando todavía estaban en este plano.
XANTOLO proviene de la palabra SANCTORUM, vocablo latino que quiere decir “DE LOS SANTOS”, por ello quizá se denomina a estos días, los días de los “SANTOS DIFUNTOS” en muchas partes de la Huasteca.
Para no olvidar y para celebrar a aquellos que originaron nuestras vidas, es que en su memoria los mexicanos de raíz huasteca, afirmamos nuestra identidad ofrendando nuestros mejores dones a quienes ya no están con nosotros. Sus costumbres son nuestro patrimonio sagrado.
Son nuestra cara, nuestra identidad, nuestro origen y estamos agradecidos y orgullosos de nuestros antepasados.

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